Esta manera de configurar el pensamiento es lo que permite un lenguaje a perpetuidad que trasciende en el tiempo por medio de estas herramientas alegóricas.
La arquitectura como medio funcional y artístico ha logrado moldearse para empaparse de un lenguaje entendible entre las masas por medio de una comunicación expresiva.
Tomaremos el siguiente ejemplo:
En el periodo del Medioevo, las grandes catedrales comienzan a conformarse de un modo distinto a lo que se venía desarrollando hasta ese entonces.
Frente a la necesidad de transmitir un mensaje potente, los medios constructivos evolucionaron, decantando en lo que hoy conocemos estilo gótico.
La tecnología y los adelantos estructurales permitieron que se alcanzaran grandes alturas a través de arcos ojivales, reforzados por arbotantes y bóvedas de crucería. Modos nunca antes vistos con los que se logro dar una nueva espacialidad en los edificios, lo que permitió a su vez que los gruesos y pesados muros se estilizaran permeando la entrada de luz al interior de las otrora oscuras catedrales.
Este efecto sin lugar a dudas empequeñecía y asombraba al visitante, cargando a la construcción de un halo celestial y divino. La catedral gótica con sus alturas monumentales y afiladas agujas pretendían tocar la gloria de Dios en el cielo.
De este modo podemos observar una forma de comunicación que está implícito y cifrado en la construcción, siendo utilizado para un propósito de sensibilización, poder y majestuosidad.
Pero también la catedral gótica añadía otra herramienta para traspasar información a los adeptos de ese entonces, quienes en su mayoría se conformaban por gente iletrada y de muy poco bagaje intelectual. Esta herramienta fue el vitral.
Hay que tener presente que la información en ese entonces estaba destinada a un segmento social de elite; la iglesia requería al mismo tiempo profesar la palabra del señor.
La forma fue el ocupar los grandes vanos o espacios abiertos logrados por estas nuevas formulas estructurales con una composición de vidrios de colores unidos por plomo, en los que se proyectaban imágenes y figuras alegóricas, las que narraban los pasajes bíblicos manteniendo a los visitantes y devotos inmersos en esta red comunicacional en base a colores y luz.
Sin lugar a dudas este ejemplo nos muestra la facultad que posee la arquitectura de emitir mensajes, por lo que se constituye como una verdadera herramienta de lenguaje ante las masas, donde los arquitectos medievales lograron magníficamente transmitir el fervor religioso de su época.
